Qué horrible es el proceso. El proceso de transformación.
(Detrás del cual se esconde la brutal palabra cambio)
Solía sentir amor, ahora siento rechazo. No sé que siento. No es odio, yo no odio, pero no puedo sentir amor. Es muy fuerte todo lo demás. Más fuerte que aquella parte que todavía quiere sentir amor, ese milílitro de sangre optimista que corre por las venas de todos. No sé si más fuerte que cualquier cosa que haya sentido alguna vez, pero es ciertamente más fuerte que eso ahora. Quizás permanezca así. Quizás sea lo mejor. Qué se yo, no sé nada. Y me gusta no saber nada, si supiera el porqué de todo me sentiría constantemente aburrida debido al masoquismo mental de la duda y la filosofía, y el por qué y el bla bla bla fastidioso con el cual me entretengo tantas horas, y no soy la única.
Lunes. 9 de Julio. One Last Time, de The Kooks. Llamada perdida en el celular. Número desconocido. Apatía.
Apatía parcial, en pocas horas total.
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Screamer