domingo, 13 de junio de 2010

La sensibilidad de los débiles.

Que en mi caso, mí sensibilidad se esconde, se escuda con esa otra palabra, "debilidad". No soy débil. De ser una persona débil ya estaría en un hermoso y acolchonado ataúd unos cuantos metros bajo tierra. No, no soy débil. Creo que más bien las cosas me afectan demasiado más de lo que deberían. Será que estoy constantemente pensando en todo lo que ya pasó y en lo que va a suceder. Jamás vivo “el hoy”. Nunca me aboqué a vivir mi presente. Siempre pienso en el pasado, y/o en lo que va a venir. Bueno, “pienso”… me preocupo. Debería tomar mi propio consejo en cuanto a lo de “vivir el ahora” pero jamás lo hago. Me cuesta mucho más ahora que se lo que quiero para mí futuro. Al menos para mí futuro cercano: te quiero en él. Por primera vez en mí vida sé perfectamente lo que quiero, pero no sé como hacer las cosas. Me siento perdida, me siento incapaz. Me siento menos, como siempre. Por otro lado, estoy bastante contenta con esto.

Exagero. Sé que exagero. ¿Y quién soy yo después de todo? Soy la reina de la exageración. Jamás en la vida voy a tomar las cosas como vienen y a decir “ya se van a dar solas”. NO. No tengo paciencia para esperar a que las cosas se den solas. Tiempo tengo de sobra, paciencia es lo que me falta. Además yo, como siempre, tengo que estar en todo. No puedo permitir que las cosas se den “solas” (Is that possible?). Tengo que intervenir. Tego que hacer algo, y quizás es por eso que casi siempre/siempre lo arruino. Pero solo por esta vez prefiero andar con cuidado. No arruinarlo. No apresurarlo.

Quizás solamente me estoy ilusionando.

Todo esto es un conjunto de cosas que nunca creí posibles. Nunca lo creí posible pero, acá me ves.

1 comentario:

Screamer