lunes, 27 de diciembre de 2010

And she said...

Cordura, mujer

Cordura.

Que nadie te va a sostener

Cuando caigas

A tu precipicio

Cuando te azotes

Cuando te hieras

Con tu odio desmedido.

Asomate a los balcones

Del palacio de tu desgracia

Gritá a mil voces que sos

Una puta desarraigada.

Desairada.

Decepcionada.

Cordura, puta

Cordura.

Que a ellos no les gusta

el llanto.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Condicional perfecto.

Él me cree una mujer incondicional. Lo sé, lo soy. Pero él me cree mucho más que eso. A saber: engrandece mis virtudes, multiplica mis encantos. Me lleva de aquí a allá, y no sabe, no se da cuenta, que me dejollevar, justamente, porque soy un ser acorralado. Atormentado. Y porque me enloquece. Porque cada centímetro de su ser me hace estremecer y cada hilo que hilvana en sus pensamientos me resulta magnífico, glorioso. Monstruoso. Sabe que oculto cosas, por supuesto que lo sabe. Pero quién no. Sin embargo sabe que es lo que no oculto, que es lo que jamás ocultaré: mi rostro. Este rostro, sumiso y curvilíneo, no repara en los daños. Siempre se encontrara dispuesto a hacerse cargo de los caos que mis estúpidos criterios puedan desatar.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Modo operativo

Soy útil, fiel, inútil, inteligente, puta, alegre, obsesiva, virgen, hermana, hija, prima, novia, amante, amiga, compañera, confidente, traidora y leal entre otras cosas.

Ese es mi modo operativo, así soy: absurda. Me entiendo en mi desorden, en mí incoherencia. Soy todo, depende del día. Soy absurda. Soy lo que el mundo quiere que sea.

Pero resulta que últimamente estuve siendo más absurda que nunca e incluso más de la cuenta. Me da la sensación de que todo lo que una vez supe, lo que una vez creí que era imposible que alguna vez cambie, ahora está cambiando; todo lo que creía que no me afectaba, en efecto, me afecta. Todo lo que creí que no me importaba sorprendentemente me importa y toma un color nuevo, transforma mis realidades y modifica mis criterios, al punto de hacerme creer que, últimamente, estoy adoptando otros, otros nuevos, de los cuales antes no tenía idea y que ahora surgen en un abrir y cerrar de ojos cuando me encuentro frente a aquellas situaciones que me hacen mirar dos veces, mirar de nuevo. Y una vez más me encuentro sumergida en mis pensamientos, nuevamente estoy a solas con ellos, pero no les temo: por esta vez, los dejo ser. Por esta vez dejo que sigan su curso y que me lleven a impulsar los cambios, que al fin y al cabo, en un punto, parecen necesarios. Me dejo llevar, me dejo dominar por mí yo interno, ese ente tan frío y cerebral, que me aconseja lo que cree mejor, en base a los nuevos criterios y las nuevas situaciones que ha de enfrentar. No tengo nada en contra de él, ni en contra de su frialdad: sé que me prepara para futuras batallas, en menor y mayor medida. Sé que alimenta a cada momento mi fortaleza, y me fortalece, y no soy tan estúpida como para negar que lo necesito.

No estoy diciendo solamente un montón de palabras incongruentes e inconexas, no estoy expresando pensamientos mezclados que simplemente flotan en la nada. No. Me siento resuelta. Decidida. Decidida a no volver a fingir. Me rehúso a hacer caso omiso a mis propias opiniones, me rehúso a abandonar mis ideales. Me rehúso completamente, y no hay quien pueda revertirlo. Se me hace un nudo en la garganta de tan solo pensar en todas las cosas que me gustaría gritarle al mundo, si el mundo supiera, si al mundo le interesara el simple hecho de que me más de una vez me produjo ganas de tomarlo entre mis manos, aplastarlo usando nada más que éstas, arrojarlo al suelo, pisarlo, acabarlo. Al mundo no le interesa. El mundo tiene una rutina diaria que cumplir, y yo soy un simple ser que se queja. Pero al menos soy. Existo.

Con la existencia surge la particularidad

Así es, Hegel. Así fue siempre.

lunes, 15 de noviembre de 2010

This is how I...

Sing me something new.

¿Qué fue de vos? ¿Qué es de vos? ¿Qué tendrás que me da tanta curiosidad? ¿A qué se debe? ¿A qué viene? ¿Dónde estás ahora? Tengo mil preguntas que te haría sin dudar, si aparecieras de un momento a otro. Mágicamente. Como siempre lo haces. Me da curiosidad, me gustaría saber, qué se siente. Dejame saciar mi curiosidad. Dejame ver a través de tus ojos.

Recuerdo, qué tan fuerte fue. Lo recuerdo, el impacto. Todo aquello, que no vuelve. Sin nada qué decir, sin nada más que acotar. Sin simbolismos. Sin interrupciones. Sin nada que nos sostenga. Lo recuerdo. Íbamos a a la deriva. Volvé. Quiero ir, en esa dirección. A la deriva. A la nada misma. A la desembocadura, del río eterno, la corriente imparable de mis pensamientos. Empaparme, gritar a voces, que nada es igual.

Nada es igual a lo que era

un segundo

atrás .

domingo, 31 de octubre de 2010

Hello

Sleeping is no mean art: for its sake one must stay awake all day.
~ Friedrich Nietzsche

Los domingos sin sinónimo de depresión, y hoy que el cielo está parcialmente nublado, dirían en el noticiero, tal parámetro parece acentuar la sensación de vacío y desgano de un día en el cual no salgo de mi casa. Me fumaría un cirgarrillo si tuviese un atado a mano, que por cierto no tengo. Y es domingo, no puedo salir a comprar. El aburrimiento, la fatiga y la languidez transmutan lentamente en un leve dolor de cabeza, que confundo con letargo y entonces no sé si quiero encontrar algo con que entretenerme, seguir con lo que estaba haciendo y cumplir con mis obligaciones, o tirarme a la cama. Querer. Quaerere... intentar obtener. ¿Coincide?
A veces durmiendo se la pasa mejor que despierto; a veces corren las horas, duermo. Me despierto. Miro el reloj. Es temprano (o tarde, no me importa), y sigo durmiendo. Me pesan los ojos. Me lleva el deseo, me lleva a la almohada. Abro los ojos: hola, realidad. Good morning, Leslie. You gotta get up, like, right now. Do I have to?
Dormir funciona a veces como una terapia, cuando dormir es mejor que estar despierto. Cuando estás colmado de nervios y ya ni los cigarrillos te calman. Sólo el capricho me retiene en esos casos, cuando por capricho y por caprichosa quiero permanecer despierta. A ver qué pasa, qué está pasando. ¿Café? Sí, por favor. Humeante y recién preparado. Y continúo aliméntandome, de palabras sueltas, música, de nuevos pensamientos. Pero pesan, se acumulan, se chocan unos con otros, colapsan: descontrol. Circuitos nerviosos, aquí y allá, en medio de un caos. Y mis sentidos, ya saturados. Conmovidos, pero cansados. Alguna voz interior, recordándome, sometiéndome, acusándome: andate a dormir. No quiero, me niego, rehúso. Qué desastre. La quietud del exterior, indica desastre. Porque estoy pensando, el caos es interno, el silencio indica alboroto. Estoy sobrecargada. Pensar demasiado en horas de la madrugada en un estado de insomnio autoinducido es imprudente, es peligroso, y es agotador. Pero quién no se pone a prueba, quién no lo hizo alguna vez. Me miro las uñas: necesitan esmalte. Miro mi placard: necesito ropa nueva. Miro el techo: ¿se va a caer? ¿Algo va a pasar? ¿Algo va a producir algún ruído? ¿Algo...? Algo. Nada. La madrugada y sus sonidos sordos, a la distancia. La madrugada y su oscuridad serena e implasible. La luz artificial haciendo contraste con esta oscuridad, como desafiándola. El mundo duerme, y yo despierta. La vista hacia mi propio jardín al mirar por la ventana: impasible. El menor ruído que quiebre un silencio tan solemne como el de la madrugada produce sobresalto. Es natural, todos duermen. Pasan las horas, todas iguales. Hasta la mañana y el comienzo de un nuevo día: un ruído quiebra el silencio. Luego otro. Y otro. Y otro. Una marea de pequeños ruídos, algunos lejanos, otros más cerca, producen bullicio. Y entierran el silencio. Ya no me siento sorda. Escucho atentamente. El despertador. La televisión. Las puertas. El tráfico. La cafetera...
Y otra vez. Hoy es domingo. Los domingos son sinónimos de depresión, y hoy que el cielo está parcialmente nublado, dirían en el noticiero...

jueves, 28 de octubre de 2010

Unspoken

Luego veo el punto débil de mi oponente:el punto que lo hubiera hecho desmoronarse si tan sólo me hubiese dado cuenta de golpearlo allí. Después me doy cuenta, tarde. Siempre me pasa lo mismo. Siempre tardo en entender.

¿Por eso escribes?

La voz sonó a mis espaldas. Una voz masculina, sin sexo, compuesta: inórganica.

¡No me hagas esa pregunta! Sacudí la cabeza, intentando sacudirme la voz de encima. No me hagas esas preguntas fundamentales. No preguntes, no preguntes. Mierda, ni siquiera sé quién eres.

¿A quién van dirigidas tus palabras? Vanas, ocultas, sin demasiado sentido. Sin un receptor, que logré capatarlas a todas, absorberlas, hacerlas suyas, y luego, como si nada, deshecharlas. Es en vano, es hasta imprudente: das a conocer tu alma, ¿y por qué? ¿para qué? Nobody cares. I mean, it's for real: nadie se detiene a acordarse de que dijiste tal o cual cosa cuando la situación lo requiere. Hablar es gratis, por supuesto. Afortunadamente. Hay tantos de esos, que hablan porque es gratis... hay tantos de esos. Pero a nadie le importa demasiado. Hay una sobrecarga. Una sobrecarga de palabras, de vocablos, de modismos, de formas. Hay tanto por decir, y tanto ya dicho: es una rueda, jamás termina. Jamás se cansan las voces, jamás se callan. No quiero que callen, me sentiría sorda. Prefiero que sigan con su alegre charla. Bifurcando los caminos, escondiendo los criterios, como yo misma hago y estoy haciendo en este momento: envolviendo entre estas palabras lo que en realidad quiero decir, el foco central de mi pensamiento, lo que mi inestabilidad me está dictando en este mismo momento. El hecho de que escribas poco, te delata. Las palabras que usás, te delatan. Tu lenguaje, te delata. Hasta tus errores. Estás creando lo artificial, no lo puro y original. Estás pretendiendo, estás ultrajando al papel. Todo es metáfora, por supuesto: no ultrajás nada ni a nadie. Bueno, sí, a mí, en cierto punto: me provocás una honda sensación de rechazo. Tal vez soy Dédalo. Tal vez no. Pero no hay punto de comparación y no te culpo; no te culpo porque no hay culpas de por medio.

martes, 19 de octubre de 2010

When things seem to be too good to be true, they usually are.

Entonces justo cuando creía que me había alejado por completo, que ya no estaba para nada sumergida en un mar de sensaciones, en el ojo del huracán, todo pasaba, lentamente, se esfumaba, se borraba. Todo empezaba a carecer de sentido. Todo hasta que llegó, y golpeó. Otra vez.

Y otra vez yo, lo dejé entrar.

Una rueda. Eso parece ser todo, una rueda interminable de la cual nadie consigue escapar. Todo vuelve, en más de un sentido; más allá de los sentidos atribuidos y de aquello a lo que llaman karma, pareciera ser a veces que todo vuelve de una manera más literal y menos trascendental. Situaciones ante las cuales alguna vez retrocedí, o que retrocedieron ante mí, vuelven a presentarse ahora como una puerta abierta de par en par. Mi salvación. Pero por un instante de duda, una vacilación, me doy cuenta: la decisión ya no es una decisión firme, bien fundada, e inamovible. Es solo una decisión que se genera automáticamente en respuesta a la realidad que tengo enfrente. Si veo una puerta abierta, quiero atravesarla. Pero cuestiono mis pasos. Otrora eran pasos firmes, hoy son inseguros. Ayer esa oportunidad era un anhelo. Hoy es algo de lo cual, si se me permite, he de dudar.

domingo, 10 de octubre de 2010

Girl, you can't kill a liar...

No me engañes.
No te engañes. No, no intentes engañarme, ¿para qué? No sos más que lo que sos. No aspires a más. No quieras más. No quieras ser como otros. Te hace quedar mal, te hace lucir mal, y me hace pensar...
El uso de adjetivos, ¿por qué? ¿Qué necesidad? Entiendo, expresar al mundo tu rabia y tu carácter fuerte. Y tu visión distinta. Que en realidad se distingue por la manera en la que la adornás, no porque sea distinguible en sí. Weird. El uso de palabras fuertes, apenas subrayadas, entre palabras perfectamente cotidianas, fácilmente comprensibles, entre errores menores pero que denotan un intento... I can see it girl, is it complicated? Qué se yo, todos podemos ser todo, dicen.

viernes, 8 de octubre de 2010

Just 'cuz you're bigger than me
just 'cuz you're smarter than me
just because you drive a better car than me
does not mean
no way no how
I'm sucking you off

for any amount of money.

viernes, 1 de octubre de 2010

Why don't you

¿Por qué no soy así con papá?
Porque papá no es como vos.

martes, 28 de septiembre de 2010

When words are scarce they are seldom spent in vain

Anoche.

No estoy en medio de un ataque de llanto, o de impotencia, o de lo que sea. Estoy en medio de una verborragia a la cual me resulta muy difícil ponerle fin. ¿Y por qué? Porque no sé qué hacer. En más de un sentido. De hecho creo que en todos. No sé qué hacer… no es más que una frase más, igual que aquella, “Toqué fondo”. Es todo tan abarcativo, tan global, que me es imposible emplear las mismas palabras para describir distintas cosas. John Fowles lo describe mejor, a través del personaje de Miranda en The Collector:

Cuando uno utiliza palabras, éstas tienen siempre brechas, vacíos. La forma en que se sienta Calibán… ¿por qué? ¿Vergüenza? ¿Para poder saltar sobre mí si trato de escapar? Puedo dibujarlo. Puedo dibujar su rostro y sus expresiones, pero las palabras están tan usadas, han sido tan utilizadas para expresar tantas cosas y personas. Escribo: “Calibán sonrió”. ¿Qué significa eso? No es más que uno de esos carteles de las escuelas de párvulos, en los que se ha dibujado una zanahoria con una sonrisa de boca de luna en cuarto menguante. Sin embargo, si dibujo esa sonrisa…

¡Las palabras son tan crudas, tan terriblemente primitivas si se las compara con el dibujo, la pintura y la escultura! “Yo estaba sentada en la cama y él junto a la puerta. Hablamos e intenté persuadirle de que debe emplear su dinero para educarse. Me contestó que lo hará, pero yo no me convencí de la sinceridad de su decisión”. No: eso es algo muy parecido a una cosa suciamente embadurnada.

Como si alguien tratase de dibujar con una mina rota.

Pero yo quiero escribir. Yo quiero expresarme con palabras, por primitivas que estas parezcan, por mucho que se las haya usado en situaciones diferentes; porque una nueva idea, renueva a esa palabra. La palabra renace, cobrando otro sentido. Se transforma, y se adapta, dándole sentido a lo que quiero decir. Yo garabateo la palabra, y ella se adapta a mí. Y tiene otro significado, porque el instante es irrepetible: nadie más que yo escribió esa palabra, pensando lo mismo, en el mismo espacio y tiempo. Es única, mi idea es única, fresca y original… pero aún así, a veces cuesta no tener en cuenta lo mucho que las palabras han sido usadas. A veces me encuentro con que no puedo expresar lo que siento en palabras. A veces me parece que no hay palabras. Pero creo que eso se debe, supongo, a que los pensamientos pesan muchísimo más que las palabras, para cada persona. Pero para aquellas que consideran importante que dichos pensamientos sean expresados, o para aquellas que, como yo a veces, necesitan expresarlo, porque albergarlos se convierte, de a poco, en una carga demasiado pesada, las palabras lo son todo. Sé que sin ellas no soy nada. Sé que sin ellas no soy nada ahora ni lo sería nunca.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Desconozco este lugar.

Pone un freno, L. Pone un freno antes de que alguien te ponga un palo en la rueda y eso implique que te caigas, te derrumbes. A nadie le interesa cuando te ve tirado, nadie calcula el tiempo que vas a tardar en caerte. Para ellos se trata de un juego, un juego en el cual lo que te hace mal se convierte en una droga de efectos extremos y no hacen más que aumentarte las dosis, provocarte. Ver cuánto más vas a aguantar, cuándo vas a decir basta, si vas a elegir seguir o estancarte. Quedarte. Retorcerte en tu dolor, ese dolor inflingido por aquellos. Aquellos, ¿Culpables? Aquellos ignorantes. Ignoran lo que te pasa, ignoran qué tan nocivo puede ser su veneno para un ser humano sensible. Y sí, me incluyo, porque me considero frágil y sensible. He aquí el malentendido de los conceptos totalmente equivocados, he aquí cuando más de uno piensa que el igual de sensibilidad es llorar y derrumbarse, o contraatacar defensivamente los comentarios ajenos. I’ve got some news for you: no es así. La sensibilidad tiene otro significado y otra raíz, y al menos en mi caso tiene más que ver con ver/oír/sentir cosas que podría llegar a considerar crueles, desconsideradas, perversas, o como quieras llamarlas. Cuando algo así se cruza en mi camino, daña mi sensibilidad. Porque me da impotencia. Y la impotencia por poco no hace que me vuelva contra mí misma al no poder desquitarme con alguien más. Porque después de todo, la gran mayoría se lava las manos. Nadie asume su parte. Una vez que te sentís así, saturado… ¿quién se hace cargo? ¿A quién podés atribuir toda tu tristeza, tu sentimiento de impotencia? Si antes eras un espíritu libre, ¿quién te cortó las alas? Jamás vas a poder encontrar a ese culpable que asuma su culpabilidad, y aunque lo hiciera, creerías que no es del todo culpable; no es más que un contribuyente. Como vos, como yo, como todos. Pareciera que me esfuerzo por buscarle el lado negativo a las cosas, y juro que no es tan así. Es que estas cosas me pesan, mucho más que las otras a veces (más que aquellas cosas buenas, la felicidad feliz), y tengo que encontrarles una explicación, aunque sea poco y no alcance, que al menos tenga algún sentido para mí desde mi propio punto de vista. No busco ser comprendida, pero esto tampoco es incomprensible. Es bastante simple: es la búsqueda de los porqués que todavía me resultan un misterio. Y como tengo mis dudas y mis preguntas, me permito plasmarlas, tirarlas así, como al aire, y quizás alguien, alguna vez, en algún lugar, me sepa responder. O no.

Pero ahora vuelvo a lo cotidiano, a lo sabido desde siempre: todo tiene un límite. Casi siempre hay algo que nos alerta, nos previene y nos anuncia que el “límite” está bastante cerca, que no da para mucho más. Como esa voz. Poné un freno. Basta. La cual a veces parece muy fácil de ignorar, porque casi nadie/nadie le hace demasiado caso. Me incluyo. Difícilmente respeto los límites que me auto impongo, y por lo general excedo. Excedo, y excedo. Y ahí es cuando me tengo que rendir cuentas a mí misma, cuando mi cuerpo ya no puede con ese ritmo, cuando de tantas cosas que le exijo ya no puede hacer una más y entonces tiene que admitir su derrota: me rindo. Se acabo. Y por más que siga auto exigiéndome, no voy a lograr más. No más.

Y si me sobre esfuerzo, será para peor.

“Toqué fondo”, y no es más que otra expresión. Más de una vez creí suponer que lo que estaba sintiendo por esos momentos era “tocar fondo”, cuando uno llega a sentirse tan mal, tan vacío, tan nulo y tan inútil que no se podría imaginar a sí mismo en una situación peor. Pero hay muchas maneras de tocar fondo… cada uno se da la cabeza con la piedra fría del fondo, ya que estamos, de su pozo de diferentes maneras. Pese a todo, pocas veces he sentido mi cabeza chocar contra la frialdad de la piedra, porque aunque parezca lo contrario a simple vista y dándome una ojeada, no soy tan pesimista como parezco, y como todos en sus momentos de desesperación, ahogo y desapego, si me las rebusco, intento respirar a todo pulmón, recurro a mis últimas. Sí lo hago. Pero a veces te encontrás (de repente, de la nada), solo y sin defensas, ya no tenés escudo, no tenés recursos. Y quedarse no es bueno para nadie. Ponerle el pecho a las balas, a veces es necesario. Aunque tengas que rendirte, frenar, tocar fondo. O tocás fondo, o seguís en constante caída.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Monday, you can fall apart.

Hoy me levanté sin demasiadas ganas de hacer nada, y en realidad en un primero momento intenté revertirlo, sacar, como siempre, ganas de donde no hay para poder empezar mi día y seguir con mi vida. Debí suponer que un lunes no iba a funcionar. En lugar de ir a la escuela, me desperté mucho más tarde, apagué el despertador y lo fui poniendo diez, cinco minutos más, y así hasta las 8:30 AM, hora en la cual ya debería estar en la escuela. Y no me fui a ningún lado, me hice un café y me quedé en mi cuarto. Arreglándome el pelo, viendo qué hacer, pero me rendí después de un rato porque ni pelo no tiene arreglo (¿no necesita arreglo?); es negro, lacio, ¿qué arreglo puede tener? Estoy a punto, sé que estoy al borde de caerme en el pozo que yo misma cavo en cada minuto muerto, para después arrojarme voluntariosamente dentro de él. Cavo mi pozo cada día que pasa y no hago nada por modificar lo que me afecta, cada vez que expresó en vos alta o como sea la inconformidad que siento conmigo misma, con mi vida y mí presente. El yo de ahora. Que si vamos al caso, todos los estados por los cuales pasé tenían algo que no me gustaba, y este que se forjó ahora, que vendría a ser un ente consecuente de todos los otros, me tiene bastante preocupada; porque este estado de ahora no hace mucho más que preguntarse, ¿adónde voy? ¿Voy? Hasta el los momentos en los cuales siento algo parecido a la felicidad y la conformidad, me pregunto, ¿son reales? ¿O son solamente una mentira para poder tapar todo lo demás? Porque no hay blanco sin negro o luz sin oscuridad, y eso es sabido, pero al margen de eso. Pareciera que jamás puedo percibir la felicidad auténtica cuando está presente. O quizás jamás sentí auténtica felicidad debido a vaya a saber qué causas. Sé que tengo mil cosas que hacer y que es prácticamente imposible no distraerme, no mantener mi mente ocupada en asuntos que no tengan que ver con una inminente depresión y un deseo de dormir prolongadamente por días y días, o en su defecto desconectarme del mundo en caso de que tal cosa fuese posible, pero siempre tengo algo de que quejarme, siempre hay algo en mi vida que no termina de convencerme. De todos esos estados inestables (irónico, ¿no?), no hay uno solo que no haya considerado, en algún aspecto, de carácter disfuncional cuando se lo compara con el mundo que me rodea y/o con las cosas que debería hacer en lugar de estar quejándome, como de costumbre, de mi persona. Que en todo caso tengo los recursos para cambiar lo que me molesta, pero no lo hago ¿Y por qué? No lo sé. No tengo todas las respuestas, ojala las tuviera. Me permitirían pensar con algo más de claridad. Soy esto que soy y algunas veces me resigno, otras me quejo, otras como hoy me enojo y me culpo. Será que mi parte pensante (mi hemisferio derecho, el que se encarga de analizar este tipo de problemas técnicos de mi psiquis), no se lleva muy bien con mi persona y con los cuestionamientos que esta última se plantea todo el tiempo. Porque todo el tiempo (o casi, no quiero exagerar [como siempre]) se me viene algún tipo de cuestionamiento a la mente, y pocas, muy pocas veces tiene que ver con los otros, a diferencia de lo que muchos otros podrían a llegar a pensar o a considerar. Con el resto, soy una mera observadora: miro acá y allá, veo cosas que me gustan y otras que me disgustan. Pero al ver a otra persona, me pregunto cómo me verán los demás a mí. Si soy de tal modo o de tal otro para con los demás, porque la visión que tengo de mi misma es demasiado confusa. Demasiado. A veces me gustaría ser otra persona para hacerme bajar de la nube. Wake up, gurl. There’s more than this in the world, o algo. Y como para mejorarlo, me da la sensación de que nunca me alcanza el tiempo para nada. Siempre se me hace tarde, o hago las cosas con demasiada anticipación, lo cual conlleva a que después las olvide. Pero más generalmente se me hace tarde: se me pasa la hora, se me pasan los meses, se me pasa la vida y no hago nada. Y sigo creciendo, sigo adquiriendo más responsabilidades que provienen de acá y de allá. No sé cómo pasó, pero tengo ya dieciocho años vividos, tengo cosas que hacer y muchos planes que trazar. Pero no me molesto en hacerlo. Quiero, pero no me molesto. Dicen que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y yo, sí tengo que atenerme a eso, pretendo demasiado. Tengo miedo de que, como ahora, el tiempo se me vaya. Sin lograr nada, sin poder realizar al menos una de las tantas cosas que me gustaría hacer antes de morir. (EXAGERO)

Tal vez esté, no digo que no, al borde de un pozo (otro). Quizás al cambiar me de cuenta de que todo lo que pienso ahora es estúpido (lo cual ruego no pase, porque sería tristísimo, jamás me pasó hasta ahora, y el día que tenga que considerar mis puntos de vista como estúpidos, empezaría a pensar en que todos los demás con los cuales me animé a compartirlos los consideraron estúpidos también, y entonces sabría que también me consideraron a mi estúpida, y no, no, sería algo que estaría totalmente negada a aceptar, algo intolerable para mi yo orgulloso, y se caería integro el pilar de mi integridad [overreacting]), quizás mis parámetros cambien. De esto tenía la esperanza no hace mucho tiempo atrás, llegué hasta a considerar (como mis padres, dicho sea de paso), que todas mis cuestiones no eran más que una crisis adolescente, berrinches de una pendeja, que a fin de cuentas es lo que soy hoy en día porque años no me puedo agregar, y quizás para alguien que ya pasó por esté estado apocalíptico no le parezca nada más que eso mismo. Pero eso fue antes. Ahora, hablando de mí, creo que siempre voy a tener algo para cuestionar, porque tuve mis dudas conflictivas a los quince, las tengo ahora a los diecicho años de edad cuando se suponía tenía que asumir nuevas responsabilidades y madurar, y me atrevería a suponer que el día de mañana las voy a tener, en el futuro inmediato de los diecinueve, el no tan cercano de los veinticinco y en los trascentendes treinta. Pero no puedo planear un futuro así, porque no sé cuál es el plan para mí. No sé si hay un plan para mí. Y si lo supiera sería hacer trampa. Mejor me resigno, y vivo lo que me toca. Anyway, I’m not trying to fool anybody: this has no end.

sábado, 11 de septiembre de 2010

{This broken city sky}

And in this moment we can't close the lids on burning eyes
Our memories blanket us with friends we know like fallout vapors
Steel corpses stretch out towards an ending sun, scorched and black
It reaches in and tears your flesh apart, as ice cold hands rip into your heart

Esa mañana fue una locura. Se mantiene vívido y fresco en mí el recuerdo de la desesperación de la cual casi todos fuimos testigos el día que vi arder allá, lejos, a la cultura que me vio nacer, dar mis primeros pasos, aprender a caminar, a hablar y a leer. Un mundo del cual aún formo parte, de alguna manera, a pesar de los rumbos que ha tomado mi vida desde entonces. Mis padres estaban desesperados, la atmósfera de mi hogar podría haberse cortado con un cuchillo. Cada uno reprimió su dolor como pudo, lo relegó y lo minimizó, pero podría decir que ninguno de nosotros jamás lo enfrentó. Hablar de esto es hablar de derrota, de como pasamos de ser intocables, incorruptibles y soberanos, a ser víctimas, una vez más, de la crueldad del hombre, aquella que no tiene consideración por aquel rebaño que se encuentra debajo de la política y la guerra, de la lucha entre clases y de los status sociales. El ansia de destrucción no toma en consideración a las comunidades, a su esfuerzo, a su necesidad inmediata de paz. Al destruir nuestros gobiernos, destruyen también nuestra integridad, nuestra voluntad, nuestra identidad. Aún estando en otro mundo, nos alcanzó la destrucción. No es mi intención echar culpas ni señalar a un culpable, simplemente estoy cumpliendo mi parte. With myself. With the country I love.

2001 - 9/11 - 2010

domingo, 5 de septiembre de 2010

Karma police

Arrest this man

No me molesta, el hecho de que sea tan hermoso. No me molesta. Al contrario. Necesito ese tipo de belleza en mi vida: la belleza estética, y la belleza creada a partir de la estética; lo que este ser humano en todo su esplendor y perfección es en realidad y a mí parecer. A lo que es en mi realidad. Lo sublime, aquello que sobrepasa mis sentidos. Literalmente traspasa mis sentidos.

Aunque no lo huelo, imagino su perfume.

Aunque no lo escucho, recuerdo el timbre de su voz.

Aunque no lo veo acá, frente a mí, lo imagino.

Aunque no lo gusto, aún así me imagino su sabor.

Esto que siento es simplemente hermoso, no tiene nombre. Y el hecho de que no esté encasillado ni que se le haya asignado nunca un nombre lo hace más hermoso todavía, porque al menos puedo tener la certeza que lo que siento es único; no está generalizado, a nadie más le pasa. Y si a alguien más le pasa, jamás, jamás va a pasarle exactamente igual que a mí. Estoy viva, en todo sentido de la palabra. Estoy viva más allá de las palabras.

jueves, 26 de agosto de 2010

Tomorrow's my day of rest.

No, I'm not gettin' suicide. I'm just going to take a nap, paint my nails and do my things.
What a terrible week.

martes, 24 de agosto de 2010

Hex.

So everytime I try to break this trance I'm almost afraid I miss my chance to be bewitched bothered by you. I just gotta say I want your hex, I don't want to live without your hex.
I'm so obsessed with your sexiness.

lunes, 23 de agosto de 2010

This is (not) a statement.

[…] Haciendo nada. Produciendo nada. Y, metafóricamente, estoy encerrada en un cuarto uno por uno, encerrada conmigo misma. Yo misma me puedo convertir en mi peor enemiga de un momento a otro; puedo amarme y protegerme a mí misma como puedo odiarme, torturarme. Aborrecerme por ser lo que soy. ¿Y qué soy? Soy nada. No tengo presente, vivo en el pasado. Vivo en un mundo paralelo, en el mundo de mis sentimientos. Y no exactamente en el mundo de sentimientos como el amor y la amistad, fraternidad y no sé que otras estupideces, vivo en el mundo de mis sentimientos más destructivos, los más caóticos, los que conforman el núcleo de mi ser en llamas, de mi ser que de a ratos se muere por ser amado, comprendido y solicitado, y que de a ratos daría lo que sea por ser un ser solitario, por encontrarse vagando en la nada, ser una sombra, una ilusión o la nada misma.

A veces desearía ser invisible, intocable. Que nadie note mi presencia. Que nadie me pregunte nada. Solamente ser, tener plena consciencia de que soy, pero sin que nadie lo note. Cuando quise ser invisible lo fui, y jamás nadie notaba mi presencia. Me callaba, enmudecía, apenas respiraba con tal de que mi entorno no nótase la presencia de mi cuerpo, siquiera mi espíritu en ese lugar. Pero con el tiempo, con el viejo orgullo humano, me quise hacer ver. Grave error. Era feliz en la nada, era feliz siendo invisible. O quizás no era feliz, pero estaba contenta con mí nada. Con mis faltas. Con mi desolación. Lo único que siento ahora es un cansancio infinito, un letargo fatal, que se niega a desaparecer. Lloro con sólo pensar en todo lo que podría hacer, se me caen las lágrimas pensando en las horas, en el tiempo que desperdicio día a día sin lograr nada. Por eso, mi propia actitud me produce rechazo. Ese rechazo conlleva a otro sentimiento, el desprecio. Me auto desprecio un rato, hasta que termino por aborrecerme. Paso de una actitud negativa a una COMPLETA DISCONFORMIDAD con mi persona. Porque esta persona, éste ser inútil que soy, podría estar nutriéndose constantemente de conocimiento, de saber, de alimento para el alma. Y sin embargo, este ser que soy, está tirado en la cama. Está fantaseando, está llorando, está buscando inútilmente un sitio al cual pertenecer, y digo inútilmente porque JAMÁS lo encuentra. Hablo en tercera persona, hablo de mí como un ser ajeno, hablo de mí como sí no tuviera ni la más remota posibilidad de modificar mi propia realidad, lo cual me atemoriza un poco. Perdí la consciencia del dominio, ¿o qué? ¿Es eso posible?

Estaba a punto de dar esta catarsis por terminada en esta instancia, y me di cuenta de que la anterior también terminó con una pregunta. Parece que jamás me canso de cuestionar mi existencia.

jueves, 12 de agosto de 2010

Esperá. No te vayas. Demostrame que valés la pena. Pensá en mí, pensá en vos. Tratá de convencerme, priorizame. Convenceme, mentime. Prometeme. Tengo un paraíso. Y mil noches. Años luz.
Añoz luz...

miércoles, 11 de agosto de 2010

Late for school, con el peor de los humores y no-tan-lista como para enfrentar uno de los peores días de la semana. Mi cuarto está desordenado, pequeñas cosas que en otro momento pueden llegar a pasar como insignificantes hoy se están uniendo a otras haciendo que tenga un mal día. Y sí, es temprano. Y sí, hay una oportunidad de que mi día cambié y de un giro de ciento ochenta grados, siempre la hay. Pero quién sabe; 11 de Agosto, no te tengo fe. Gosh, lo lamento por todos aquellos que tengan que ver mi cara hoy.

martes, 3 de agosto de 2010

Back.

And so glad to be. Últimamente no sé qué pasa conmigo, y no estoy posteando cosas propias en este blog. No sé si tengo un bloqueo emocional o sí hay cosas que preferiría no decir. Tuve esas épocas de no querer escribir nada demasiado realista sabiendo que el leerlo después iba a ser algo similar a un ladrillazo en la cara. No sé hasta qué punto es bueno esto de ser tan sincera a la hora de contrastar mi realidad escribiendo. Pero hoy me siento bien. (¿Por eso me senté a escribir hoy, y no ayer, o antes de ayer?).

lunes, 5 de julio de 2010

Everybody's Changing

You're gone from here
And soon you will disappear
Fading into beautiful light
Cause everybody's changing
And I don't feel right

Me dormí todo el domingo.
Cuando me duermo un día entero, eso prácticamente implica que me levante con el cerebro renovado. Lo cual quiere decir que: a) Cambié de idea respecto a algo o b) Hay algo en mi vida que no está funcionando, y que quiero cambiar. Es cierto, pasa. Pero esta vez no sé que me pasó. Hace rato, hace días, me vengo preguntando qué es lo que estoy haciendo, si está bien, o si está mal, o si simplemente no importa lo "bien o mal" en esos casos. Pero es que necesito sentirme bien conmigo misma, y en estos momentos, eso no está sucediendo. Sé que me puede costar horrores, sé que puede no costarme nada, que puede que parezca una cosa desde afuera, cuando en realidad yo sé que es justamente lo contrario... pero en fin. Nunca voy a decir que fue un error; de hecho, aprendí bastante de vos, en muy poco tiempo. Me enseñaste cosas sobre mí, incluso, que no creo haber podido aprender sola. No estoy huyendo, tampoco. Jamás huiría. Estoy enfocándome en otras prioridades. Y nada más.
¿Estoy haciendo que esto parezca muy complicado? En realidad, es algo muy simple. It was fun. But I need to be myself.

jueves, 1 de julio de 2010

No more yesterday, tomorrow's all that matters.

What am I gonna do tonight
When I’m one step closer to the other side
It’s easy to pretend
Tryin' hard not to fade away
But the world’s got me feeling so out of place
How will all this end?
It’s so hard to say

Sé que los acontecimientos recientes en mi vida me convirtieron en una persona bastante más bipolar de lo que solía ser, poque tampoco vamos a mentir diciendo que tenía una personalidad y un estado de ánimo estables, estaría mintiendo descaradamente y no tendría sentido. Además, no es así. Punto. Las mentiras y la falsedad son cosas que no me van, por diversos motivos. Si la vida me enseñó algo, hasta ahora, es que las mentiras jamás son buenas. Siempre terminan lastimando a otro/otros, no sirven de nada. De. Nada.
Es horrible cuando me doy cuenta de que detesto algo y de que, para colmo, estoy incluida. Y eso es lo que me está pasando ahora: siempre considere que mentirse a uno mismo es lo peor que se puede hacer. Y yo lo estoy haciendo ahora. Me estoy mintiendo a mí ahora. "Nunca es tarde" es otra gran verdad.
¿Por qué mentirme a mí misma? ¿Con qué necesidad, en qué me favorece? En absolutamente nada. Ergo, por qué seguir haciéndolo. Porque el mentir es una rueda, jamás termina, una mentira lleva a la otra, un error a otro, una herida a otra. Llámenme extremista, no me importa. Prefiero ser precavida y desterrar de mi vida todo aquello que sé que el día de mañana puede lastimarme. No lo hice antes, tendré que hacerlo ahora. ¿Por qué vivir de la ilusión? ¿Adónde quedó esa vieja filosofía mía? El ser humano es un ser interesante, y contradictorio. Tienen, tenemos (hola, I'm a human being) un apartado en un rincón de nuestro ser en donde se encuentran todos nuestros sentimientos amargos, pero hay otro lugar en el que somos felices y no le tenemos miedo a nada. Sin embargo, siempre volvemos a ese lugar oscuro. Siempre. Hasta necesitamos tiempo para encerrarnos a escuchar música y estar tristes, es como una rutina. Me estoy yendo por las ramas. Volviendo a lo que decía antes...
Siempre me costó entender a ciertas personas, a aquellas personas que saben que algo anda mal en su vida, pero no quieren dejarlo ir. Siempre me pregunté, ¿cómo? ¿por qué? Si no te hace bien, ¿por qué permanecer en ese lugar en el que estás? Sorry, I don't get it. Pero, como siempre, uno no sabe como son las cosas hasta que le tocan. Ahora entiendo perfectamente como es eso de no querer dejar ir algo que, en efecto, no nos hace bien. Es raro, si uno se pone a razonar, es hasta ilógico. Pero quizás en algún lado tenga algún sentido. De todas maneras, tengo una de esas personalidades que están forjada en base a muchas cosas que, lamentablemente, sí, hacen mal con el tiempo. Más de una vez me dijeron que soy una persona demasiado cerebral. Y ese demasiado no fue usado como un elogio, ni mucho menos; lo que estaban queriendo decirme era que pienso demasiado en lugar de vivir. Puede que sea cierto. De hecho lo es, pienso demasiado, pero el pensar en frío me ayuda. Es mi táctica a la hora de enfrentarme a los problemas. Pensar en uno mismo no siempre es ser egoísta. Hay que tener en cuenta que nadie piensa en nosotros como nosotros mismos. Nadie podrá jamás. Y quién sabe mejor que vos lo que es bueno, malo (siempre desde un punto de vista totalmente subjetivo, desde tu punto de vista), que es lo que te hace mal, que es lo que te hace bien. Hasta donde querés llegar. Etcétera. No tengo que decirlo todo.
No quiero mentir.
No quiero mentirme a mí misma.
No quiero vivir mentiras.
¿Ya lo dije antes? Lo repito ahora
Esta no soy yo.
Pero no, no más.

sábado, 26 de junio de 2010

Palabras simples y descoloridas.

Quiero volver a ser como era.

domingo, 20 de junio de 2010

Bendy, bendy, bangy, bangy

Lose your mind on all my candy


miércoles, 16 de junio de 2010

Leave the lies to the liars.

En todo sentido, cada vez estás más lejos.

Qué loco. Cuando te distancias de alguien empezás a ver claramente sus defectos. Y cuando ese alguien te importa te empezás a preguntar por qué, why the hell te importaba (o te importa) tanto. Es más fácil ver los defectos de la otra persona cuando hay distancia, cuando pasa algo. ¿Qué tan difícil de entender es? Odio las mentiras. No me gusta que me mientan. Las mentiras no tienen justificación. Me enferma que me tomen por estúpida. Porque mentir una vez es un error. Una vez. Dos veces, algo funciona mal. Tres veces… es una tomada de pelo. Basta.

Igualmente me ayuda y me facilita muchísimo las cosas, por irónico que suene. Pareciera que nunca te terminé de conocer. Ergo, muchas de las cosas que creí reales son imposibles. Me quedé muchas noches despierta para nada, pero... qué importa. Lección aprendida.

domingo, 13 de junio de 2010

La sensibilidad de los débiles.

Que en mi caso, mí sensibilidad se esconde, se escuda con esa otra palabra, "debilidad". No soy débil. De ser una persona débil ya estaría en un hermoso y acolchonado ataúd unos cuantos metros bajo tierra. No, no soy débil. Creo que más bien las cosas me afectan demasiado más de lo que deberían. Será que estoy constantemente pensando en todo lo que ya pasó y en lo que va a suceder. Jamás vivo “el hoy”. Nunca me aboqué a vivir mi presente. Siempre pienso en el pasado, y/o en lo que va a venir. Bueno, “pienso”… me preocupo. Debería tomar mi propio consejo en cuanto a lo de “vivir el ahora” pero jamás lo hago. Me cuesta mucho más ahora que se lo que quiero para mí futuro. Al menos para mí futuro cercano: te quiero en él. Por primera vez en mí vida sé perfectamente lo que quiero, pero no sé como hacer las cosas. Me siento perdida, me siento incapaz. Me siento menos, como siempre. Por otro lado, estoy bastante contenta con esto.

Exagero. Sé que exagero. ¿Y quién soy yo después de todo? Soy la reina de la exageración. Jamás en la vida voy a tomar las cosas como vienen y a decir “ya se van a dar solas”. NO. No tengo paciencia para esperar a que las cosas se den solas. Tiempo tengo de sobra, paciencia es lo que me falta. Además yo, como siempre, tengo que estar en todo. No puedo permitir que las cosas se den “solas” (Is that possible?). Tengo que intervenir. Tego que hacer algo, y quizás es por eso que casi siempre/siempre lo arruino. Pero solo por esta vez prefiero andar con cuidado. No arruinarlo. No apresurarlo.

Quizás solamente me estoy ilusionando.

Todo esto es un conjunto de cosas que nunca creí posibles. Nunca lo creí posible pero, acá me ves.

miércoles, 9 de junio de 2010

Mentiras.

Estoy harta, cansada, de vivir en un mundo de mentiras. De vivir mentiras. De pretender ser algo que no soy, de los demás pretendan. A veces pienso que deberíamos ser un poco más honestos con nosotros mismos en cuanto a lo que realmente somos, y que los demás lo vean. Que los demás lo acepten (aunque esto requeriría de todo un proceso de aceptación por parte de la tan poco comprensiva y estructurada sociedad que nos rodea, a.k.a: los demás), entonces todo el mundo se relajaría, no habría tanta disconformidad entre los seres humanos para consigo mismos y todos caminarían con paso más seguro. ¿Por qué? Porque ya no sentirían esa presión sobre sus hombros, no sentirían las miradas de todos puestas en ellos mismos. Todos seríamos más libres. Why can be all be free? Without any filter.

Las personas se esconden detrás de distintos tipos de cosas para ocultar lo que realmente son, piensan que de esa manera están haciendo, de alguna manera, lo que harían si no existiera el prejuicio del resto. ADMIRO a las personas que no necesitan esconderse, que son quienes son y al fin y al cabo están orgullosos de sí mismos. Orgullosos o simplemente conformes. No se quejan. No tienen miedo. O por lo menos no tienen tanto miedo como aquellos que tienen que ocultarse y escapar de sí mismos.

martes, 8 de junio de 2010

Need you now.

Te necesito porque sos el único que puede llegar a entender como me siento ahora. Te necesito porque sos vos y solamente vos el que siempre me escucha y el que siempre sabe como sacarme una sonrisa, hasta en los peores momentos. Eso no importa, no cuenta. No existen los malos momentos con vos, haces que todo se convierta en algo más. Haces que yo me convierta en alguien más. Haces que yo me sienta bien conmigo misma, haces que me sienta bien con vos. Me transformás. Me tranquilizás. Y supongo que por eso me gustás. Por eso te amo tanto (mirá, no tengo miedo de decir "te amo"), por eso, esa es la respuesta a todo. Sos vos, sos el ser humano más hermoso que conocí en toda mí vida. Tanto que en momentos cuando, como ahora, me siento ahogada y perdida, desvelada por demás, pienso en vos. Todo se disipa. Tu recuerdo es un arma de doble filo, porque me recuerda que no te tengo. Pero a quien le importa. El solo pensar en vos me aclara la vista. Despeja mi pensamiento.
Y otra vez soy esa que soy cuando vos estás cerca.

lunes, 7 de junio de 2010

Something About Us...

It might not be the right time
I might not be the right one
But there's something about us I want to say
Cause there's something between us anyway

I might not be the right one
It might not be the right time
But there's something about us I've got to do
Some kind of secret I will share with you:

I need youmore than anything in my life
I want you more than anything in my life
I'll miss you more than anyone in my life

I love you more than anyone my life.

sábado, 5 de junio de 2010

Here we are again, circles never end.

Antonella.:

15 años, todo es un drama

Leslie ; :

Ah, vos.
Pensé que él.
No es así.

Leslie ; :

Sí sos una persona así por naturaleza, dramas

vas a tener a los 10, a los 15, y a los 18 (Hola).

Antonella.:

ya van a ver cuando me ponga a full con el gimnasio
cuando este bonita (será posible?)
voy a estra con el
"NOO, AHORA NO QUIERO NADA CON NINGUNO"


Charlas nocturnas. Algunas productivas/educativas/filosóficas.

... otras no tanto.